Experiencia extraña mía: Mi primer trío.
A los dos minutos de empezar el revoltillo, uno de los integrantes se va, se sienta en una silla y se pone a fumarse un cigarro. Yo que estoy en plena faena en la cama con el tercero, me paro, perplejo. El tío sentado era como la abuela de @liyonking1: nosotros dándolo todo y él a su bola, con su pitillo y como ausente.
No entendía qué había pasado ni qué hacía, pero la situación me parecía tan absurda que me dio por reírme a carcajadas. Lógicamente, el morbo se me vino abajo y me despedí y vestí.
Al día siguiente me enteré que se había corrido no más empezar y que por él ya estaba todo hecho.