Es más, el otro día: quedo con un tío que estaba buenísimo, guapo de cara, brasileño (también entre las patas) y yo fan del rimming. Tenía yo los ojos tocinosos. A esto que se baja los pantalones y entre que tenía poco culo ya de por sí y no había ni restos de pelos se me vino el mundo encima.
Terminé rematando la faena por amor a la humanidad pero eso no tiene perdón de dios. Eso sí, de rimming nada.
En cuanto a los pelos de los huevos, también son un sí absoluto por mucho que rasurarte haga mejor efecto óptico.