Ahora que habláis de historias en el bus yo tengo alguna jijiji. Bueno, un viernes noche me monté en el autobús rumbo a casa de mis padres. Está casi vacío y me siento al fondo, al lado de la ventana en uno de esos asientos que tienen dos en frente. A la segunda parada de subirme yo entra un bear super cachondo, barbita arreglada, bien vestidito y hablando por el móvil. Se sienta justo en asiento opuesto al mío. Está super bueno. No puedo quitar los ojos de él y el tío se da cuenta y empieza a seguirme el rollo. Sigue hablando por teléfono pero me pone caritas y se muerde el labio. Se me pone la polla super dura. Llega mi parada y me levanto, se levanta. Bajamos y comienzo a caminar y escucho como se despide por teléfono. Sigo caminando y PLAS me toca el culo me giro y sin pensarlo le agarro el paquetazo. Tiene mediokilo entre las piernas.
Queremos follarnos pero no sabemos donde, se me ocurre el portal de casa de mis padres y decidimos ir. Llegamos al portal de casa y hay unas criajas hablando, no nos queda otra que el ascensor. Entramos y le damos al último piso. El edificio tiene 10 plantas.
Se cierran las puertas y empezamos a follarnos super fuerte. En esto el ascensor llega a la última planta y volvemos a darle para abajo. Seguimos follando, más y más. En esto se para el ascensor, me bloqueo, ¿En que planta estamos? Se abren las puertas y ZAS. Estamos en el portal. Yo jadeando. Las criajas siguen allí. Me quedo blanco y el chico igual. El tiempo entre darle al botón de la última planta y que se cierren las puertas se hace eterno.
Aquella situación hace que se nos quiten las ganas y acabamos quedando para otro día.