He leído por ahí que en la última temporada Marc Cherry quería llevar a todos los personajes a los extremos de su personalidad. De ahí que llevaran a Lynette, la más familiar de todas, al borde de la ruptura de su matrimonio. A Gabrielle al límite de su egoísmo. A Bree a sentirse tan mal que rompiera con su imagen arquetípica y que no le importara lo más mínimo lo que pudieran pensar de ella los demás. Y a Susan a consumirse por la culpa y a perder el amor de su vida, que es lo único que le daba sentido a su personaje.
Podemos discutir si la forma de llegar a todo eso ha sido o no inspirada (en mi opinión, en absoluto), pero sí que me parece interesante como premisa.
Y el final, totalmente de acuerdo con Marc Cherry, ha sido justo con los personajes. Lynette ha recuperado su matrimonio, y además le dan la oportunidad de desarrollarse en el mundo empresarial, la espinita que siempre tuvo clavada (aunque en el futuro le tocará hacer de abuela desquiciada, cerrando así el círculo).
Gabrielle seguirá siendo frívola y egoísta, pero conseguirá satisfacer sus ambiciones por sí misma sin depender del dinero de su marido.
Bree acaba con un hombre que la quiere a pesar de todas sus miserias, y frente al que no tiene que ponerse una máscara. Fiel a sus valores tradicionales, se meterá en el mundo de la política.
Y Susan, por una vez, se hace con las riendas de su familia a pesar de la tragedia sufrida (recordemos que en la 1ª temporada su hija pequeña tuvo que cuidar de ella cuando la engañó su primer marido). Su futuro queda en el aire como no podía ser de otra forma al ser la muerte de Mike demasiado reciente.
El final me ha gustado bastante, aunque la temporada en sí ha sido bastante incoherente.
A pesar de su irregularidad, despedimos hoy a una serie que forma ya parte de la historia de la tv con un "Gracias y hasta siempre".