Ya me he acordado mejor de cuando me pidió salir. Llevaba todo el día diciéndome que me iba a decir algo esa noche. Cuando llegó la noche se calló como una puta, y yo, que ya me las venía venir y me hacía gracia ponerle en el aprieto, le insistí. Entonces me hizo la "pregunta" y le dije que estaba yendo demasiado rápido, que yo necesitaba un tiempo, mi espacio... ¡broma! Sí y un bezito.
Vomiten a gusto.