Detesto los aires de falsa apariencia que rodean hasta sus entrevistas -supuestamente- más íntimas. Me resulta un producto actual, barato, asequible, convertido en un semidiós al que idolatrar. No creo que haya inventado nada ni vaya a hacerlo. Sencillamente, ha sido ascendida a un trono alejado de la realidad, desde el que haga lo que haga resultará fantástico y vanguardista. Tristemente queda mucha Gaga que aguantar.