Escena:
Haciendo una pasta con verduras. Me dice que si puede ayudar. Le digo que si, que lave y pique los champiñones mientras yo hago lo demás.
Cagada 1: 'Lava' los champis dejándolos un segundo bajo el agua. Resultado: champiñones llenos de tierra.
Cagada 2: Me pregunta que de qué tamaño los pica. Cojo uno, lo pico delante de sus narices: lo cortas así y así, ¿vale? Ella, atenta, me dice que si, que todo claro. Sigo con mis cosas y oigo una voz que dice: 'para mi que esto va a quedar muy grande'. La miro y veo que está cortando los champiñones como le da la puta gana a ella, efectivamente, enormes.
No es que sea torpe, es que es un poco negada la señora.