Al hartazgo que manifiestan algunos frente a tantas películas de superhéores, se suele responder que se estrenan más comedias románticas bobas al año, o más películas infantiles noñas, o más comedias descerebradas. Y es verdad. La cuestión es que a mí, lector de comics de superhéroes y fan de las pelis, también me han cansado. Quizá el problema no es su número, sino la calidad (escasa) y el seguir casi todas la misma fórmula (acción + chistes malos).