Indignante es pasarte 3 horas en la calle Jacometrezo sin saber por qué demonios no abren el Café Berlin en el cual va a tocar Evan Dando, concierto que llevas semanas esperando. 3 horas mirando internet, pero resulta que la página que sale en google no funciona. 3 horas, después de las cuales alguien afortunadamente sabe que los del Café Berlin son los mismos del José Alfredo, que te informan sorprendidos cuando llamas que lo han puesto en su página (página que si no sabes que ahora es berlincafe.es y no al revés no te sale en ningún buscador).
Indignante es luego llegar a casa y no encontrar esa información en su página. Indignante es no poder disfrutar de un concierto con garantias de sonido, de que no te van a exprimir cada centimo de euro que tengas y de que el concierto se vaya a celebrar, y si no, que la cancelación sea información DISPONIBLE.
Que te den por culo, Café Berlin.