La resaca se manifiesta como conjunto de los siguientes síntomas:
Amnesia o perdida de la memoria de lo ocurrido durante el episodio etílico.
Alteraciones gástricas: vómitos casi siempre, y más raramente diarrea a causa de que el alcohol provoca la erosión de la mucosa gástrica y la pérdida de vellosidad intestinal.
Cefalea o dolor de cabeza, el cual se produce por: deshidratación de las meninges, dilatación de los vasos sanguíneos, disminución de la glucosa.
Ortostatismo y sed intensa, que se origina como una respuesta del cuerpo a la deshidratación causada por la degradación del alcohol.
Dolor abdominal y muscular, lo que se traduce en sensación de debilidad.
Posibles flatulencias.
Embotamiento nervioso.