- Editado
Ultimamente he sentido la "necesidad" de comprarme algún disco ya que llevo un tiempo sin hacerlo y lo que he hecho ha sido recordar lo que era comprar discos y lo que suponÃa tenerlos auténticos. Relacionado con el hilo "Una adolescencia, un libro" propongo que hablemos de lo que era para nosotros comprarnos algún disco original (no elegir uno porque se me hace imposible). Yo recuerdo mi adolescencia con viajes a Sevilla exclusivamente para comprar discos, principalmente en Sevilla Rock (suspiro de "ay, con lo que molaba"), y volver a casa para desgranar el disco entero, ver el libreto 50.000 veces y sacarle partido a todas las canciones. Y eso es algo que echo en falta en la época de las descargas: yo creo que antes los discos se disfrutaban como obras de arte completas, escuchábamos todas (o casi todas) las canciones y le dedicábamos mas atención. Hoy dÃa, a pesar de que muchos decimos que "no paro de ponerme esa canción en bucle", los discos se consumen mas rápido, las canciones pasan por nuestros oÃdos sin detenernos tantos en ella y, a veces, ni recordamos los nombres de algunas de ellas. Creo que el comprar discos (dejando el gasto aparte) le dedicas a ese cantante/grupo un tiempo "especial" o particular, como el que le dedicas a un libro, algo que el formato digital hace mas frio o lejano. Incluso a algunos se les coge cariño o pasan a ser nuestro tesoooooro. Yo de mi época como comprador asiduo de discos recuerdo que el primer cd que me compre en mi vida fue "Palabra de Mujer" de Mónica Naranjo, aunque fue hecho trizas de tanto y tanto escucharlo (asà he acabado...), año mas tarde lo he vuelto a adquirir. El cd más antiguo que conservo es "Left Of The Middle" de Natalie Imbruglia, "Music" de Madonna el primero que compre el mismo dÃa de su salida y también recuerdo haberme dejado una Señora Pasta en discos de R&B (de 3.000 pesetas para arriba por cd). Asi que pongámonos nostálgicos y recordemos cuando no habÃa Ipod o Mp3!