Como digo, el salto no es cuantitativo, de cuando y cuantas canciones se entremezclaban con el concierto, sino cualitativo, de qué manera lo hacían. Me refiero a que en el DWT, las canciones son vehículos conductores del espectáculo, pero empiezan a perder importancia en favor del concierto en sí. No se, a lo mejor no me estoy explicando muy bien o no llevaré razón.. ;)