Me encantaría verla por una rendija en un día en el que:
Se le salga la leche calentándola en un cazo.
Pierda el metro por un segundo y el siguiente llegue en 8.
Se le resista el abrefácil del queso en lonchas.
Se le resbale el cucharón al fondo de la cazuela.
Le pongan un café demasiado caliente y se le queme la lengua.
Vaya a sacar un phoskitos en la máquina de vending y se quede atascado. Dos veces.
Pida una pizza y le traigan otra (y que lleve piña).
Se quede el mando sin pilas. Y no tenga otras.
Se le suelten las sábanas mientras duerme y se le salgan los pies.