Tenemos este hilo un poco abandonado. Tampoco es que vaya como las grecas pero llevo algún gintonic en el cuerpo y varios mojitos. He salido por Lavapies, casi nada, y hemos ido cerrando bares hasta acabar en una 'pizzería pub' con las copas a 5 euros, un piano karaoke y empanadillas argentinas para todos. Al cerrar el dueño me ha invitado a tiramisu y me ha dicho que la próxima vez tengo que cantar si o si, que el pianista se adapta a lo tono y que puedo traer canciones. De verdad, que surrealista todo. Ahora un taxi me lleva a casa y Madrid es precioso.