Sí, sí, no sé qué palabras tradujeron, pero me parto. A ver, la chavala es pobre y tal, y se mete en una compañía de diseño de ropa (la diseñadora es Andie MacDowell, que hace un papelón), pero la contratan porque se piensan que es adulta, y en verdad es una criaja que va al instituto. Y nada, lo típico: por la mañana voy al insti y me enamoro del buenorro del equipo de béisbol, y por la tarde curro en el mundo de la moda, con todo lo que ello supone.
A mí me tiene viciaíllo, por muy chorra que sea todo en sí.