Es una comedia sobre todo. Hay un episodio sobre ser pobre, otro sobre las drogas, uno sobre la fama, la apropiación cultural... Y todo lo habla bien, sin influir en una opinión o en otra. Donde más brilla es cuando a Childish se le va la cabeza como guionista, con algunos momentos descabellados como un documental sobre ser trans-racial o un Justin Bieber negro insultando a uno de los protagonistas. Como lo oís.