The Mandalorian está bastante bien (al menos todo lo bien que puede estar una serie sin twinks ni strippers en cueros, claro). Tiene un montón de guiños a la trilogía original de Star Wars, un refrescante aire de wéstern y a Werner Herzog en un pequeño papel. Aparte, el protagonista es suficientemente carismático sin necesidad de quitarse el casco y Disney no ha escatimado en gastos.