Visto el primer capítulo de Outer Banks, es como Los Goonies dirigida por Tommy Hilfiger. Pandilla de amigos (Los Pogues) que encuentran la pista de un barco hundido con un tesoro. Tienen un rival pijo repelente y un par de mafiosos que les persiguen cual hermanos Fratelli. Originalidad poca, carisma escaso, pero la ratio de tpm (torsos por minuto) se sale de cualquier gráfica. La primera mitad del capítulo hay más planos de torsos que sin torsos.
Netflix, cómo me conoces, cabrón...