Sí @corraluna, hablo yo, que te he abierto las puertas de mi casa y cuando has montado numeritos no te he echado a patadas, yo, que cuando me invitan a algo doy las gracias y no la espalda. Eso es educación y no gritar, lloriquear, blasfemar y vivir la vida pareciendo que tienes una mierda debajo de la nariz continuamente.