^^A la Caballé sólo la han puesto un primer plano porque asusta. En el artículo citado arriba, acojona muchisimo.
^El calvo, Clide Arrindell, tiene -o tenía hasta hace poco- un contrato de exclusividad con la agencia que hizo sus anuncios por el que cobraba por no aparecer en otros con ese look. Vamos, a mi tampoco me emocionaban en particular pero técnicamente eran muy buenos, y para mí que tenían hasta retazos del Sandman de Neil Gaiman.
Hay que ser muy gilipollas, o ser dirigente de un organismo público español como Loterías-lo cual debe ser casi lo mismo- para desprenderte sin más de una imagen de marca tan potente como era el Calvo, que todavía no había dado muestras de agotamiento. Va en contra de cualquier manual de mercado.