Esta tía desborda carisma, y mira que es difícil con su propuesta. Pelazo, chaquetaza fucsia de lentejuelas, voz impecable durante todo el concierto (muy chungo!) y una presencia estudiada pero cojonudamente ejecutada. Un puto SÍ SEÑORA. Alex se queda en un segundo plano muy evidente en el concierto, pero es el que nos trae los subidones con la guitarra, eso es así.
El final con Irene fue lo puto más. Qué todo.