The Flaming Lips / American Head

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The Flaming Lips / American Head

The Flaming Lips es una banda encasillada en “vanguardia y chaladuras”. Sus últimas obras parecen apoyar esta clasificación; desde cuentos narrados por Mick Jones a los delirios de ‘Oczy Mlody’, colaboraciones locas con Miley Cyrus… Para dinamitar todos nuestras ideas preconcebidas, The Flaming Lips han grabado su disco más convencional en más de una década. Todo lo convencional que Wayne Coyne y compañía pueden llegar a ser, claro.

‘American Head’ tiene también excusa argumental, como ‘King’s Mouth’, solo que esta vez la historia la narran las propias canciones. ‘American Head’ es una especie de ópera rock o film musical generacional, como si de una mezcla entre ‘Tommy’ y ‘American Graffitti’ se tratara. Su acción está situada en alguna ciudad perdida de EE.UU. durante finales de los 60 o principios de los 70. El protagonista es un chaval que se siente perdido, que se enamora, se droga, trapichea y acaba enfrentándose a la policía. Las letras están plenas de referencias a la guerra de Vietnam, al LSD, al hastío de vivir en medio de la nada.

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¿Y la música? Pues estupenda. Para dar más fuerza a la historia, los Flaming Lips han creado unas canciones con apertura, nudo y desenlace y con una sonoridad muy clásica que remite, directamente, a la época en la que está enmarcada el disco: psicodelia, Pink Floyd, los Beatles (juntos y por separado), Cat Stevens, The Who, los Beach Boys post-‘Pet Sounds’… todo remeda a 1970. Y, también, todo es muy Flaming Lips. Como ya es habitual en ellos, recogen toda esa herencia musical y se la apropian. Para acabar de rematar, no están solos. Kacey Mugraves canta en varios temas. Así, les salen pequeñas maravillas como la inicial ‘Will You Return / When You Come Down’, delicada y con un precioso final de crescendo instrumental a la ‘Let it Be’. ‘Flowers of Neptune’ nos trae toda la belleza del verano del amor, pura psicodelia. Su estribillo hechiza, como hechizan la voz de Musgraves y los coros remedando a los Beach Boys. ‘Dinosaurs on the Mountain’ remeda a los Flaming Lips de ‘The Soft Bulletin’ o ‘Yoshimi Battles the Pink Robots’; es un tema tierno con fuste y encanto. También hay baladones casi sinfónicos, al borde del exceso, como ‘Mother I’ve Taken LSD’ o ‘Mother Please Don’t Be Sad’. Y deliciosas idas de olla románticas y disfuncionales como ‘You n Me Sellin’ Weed’. Wayne Coyne nos ha explicado en una entrevista (que publicaremos próximamente) que le preocupaba que se vieran los temas como muestras de burla o ironía, cuando no lo son. Así que no hay que ver ninguna clase de boutade en estos títulos.

El tramo final se aparta un poco de la línea argumental del resto del álbum. Y ofrece dos de las mayores joyas del disco. En ‘God and the Policeman’ la voz de Musgraves se erige en protagonista de una pequeña epopeya que conjuga sonoridades más actuales con los Beach Boys. Y el cierre es ‘My Religion Is You’, para borrar toda la tristeza y amargura que haya podido generar el disco. Wayne se pone su disfraz de John Lennon y hace que suban muy arriba los corazones con una declaración de amor y de intenciones: “I don’t need no religion. You’re all I need”.

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No era del todo la intención de la banda crear un disco tan fuertemente argumental. Ellos lo ven como una colección de diapositivas enmarcadas en un clima nostálgico. Sin embargo, les ha quedado una película muy evocadora. Y una banda sonora sólida, fantástica, que supone algo así como el retorno al planeta Tierra de Flaming Lips. Bienvenidos, bien hallados.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Will You Return / When You Come Down’, ‘Flowers of Neptune’ ‘Dinosaurs on the Mountain’, Mother I’ve Taken LSD’, ‘You n Me Sellin’ Weed’, ‘My Religion Is You’.
Te gustará si te gusta: Pink Floyd, Beatles, Beach Boys
Youtube: vídeo de ‘God and the Policeman’ con Kacey Musgraves

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