Los prejuicios te pueden estropear la primera escucha del debut de Arctic Monkeys. A pesar de lo que diga el NME o de las ingentes expectativas que haya generado ‘Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not’, hay que enfrentarse a él con la cabeza despejada. Así es cómo nos encontraremos con un disco sin demasiadas pretensiones pero con mucha energía, compuesto por cuatro chicos de Sheffield que apenas tienen la edad para entrar a los bares donde pinchan su música.
Las canciones se suceden con una urgencia punk casi adolescente que nos hace despertar desde el primer corte, llevándonos derechos a la pista de baile. Sólo hay que escuchar el single de adelanto, ‘I Bet You Look Good On The Dance Floor’, que estaba ya predestinado a ser un bombazo en las discotecas, o ‘Dancing Shoes’, menos furiosa pero también excitante. Hay que darle a las cosas la importancia que merecen: Arctic Monkeys han hecho un disco entretenido, bailable y muy pegadizo. ¿El mejor de la historia? Pues probablemente no, pero sí uno de los que más te divertirán, y más en directo. 9
Arctic Monkeys No (Caniche)
A ver, el disco no es una mierda, pero no va más allá de los logros de otras bandas del mismo pelo como Art Brut o The Rakes. Y no nos engañemos: ¡Son EL hype elevado al infinito! La prensa británica huele el filón tras el interesante fenómeno ‘My Space’
de la banda, lo aprovecha y les dedica comparanzas absurdas y desmesuradas con The Stone Roses y The Smiths, consiguiendo que este disco supere el millón de copias vendidas en menos de un mes y… ocupe el quinto puesto en una lista popular del pueblo de ‘The 10 Best British Albums Ever’!!! Y si la hicieran la semana que viene, igual hasta supera al ‘The Queen is Dead’, no te jode!!! Puedo hasta entender que se conviertan en masivos en el Reino Unido, porque los hooligans del barrio pueden identificarse fácilmente con sus letras (ejem, acaso no es esta la clave del éxito de ghandy & lucas?), pero de ahí a que se conviertan en un fenómeno del pop universal de todos los tiempos con tan poco… eso ya no lo veo.Y lo peor de todo es que, probablemente, el mucho o poco talento que posean (no se lo niego) quedará arrastrado por el suelo del éxito y veremos cómo les posee el síndrome ‘rosadespaña’. Será entonces cuando podamos compararles con los Roses. Cuñaaao. 5