¿Qué te pasa, corazón?

El insólito cambio/evolución/estado de bastantes estrellas mediáticas nos ha llevado a recopilar algunos de los casos en este post.

Whitney Houston


El antes y el después de Whitney Houston

Quizá el caso que más nos preocupe sea el de Whitney Houston. Nunca hemos sido muy fans, la verdad, y aparte de aquel disco que le copió a Lauryn Hill (‘My love is your love’), nunca nos ha interesado lo más mínimo (célebre su frase «Si tuviera una hija como Madonna la mataría»), pero no le deseamos ningún mal a nadie y siempre hemos seguido con preocupación los maltratos a que le ha sometido Bobby Brown. Ahora está peor que nunca. Un tabloide ha publicado estas fotos terribles de su baño al tiempo que una entrevista con su cuñada en la que cuenta que podría morir de una sobredosis de coca o crack en cualquier momento y que vive rodeada de basura. También dicen que está en una secta y que le ha dado por enrollarse por mujeres. Sinceramente no queremos saber mucho más y le deseamos una pronta recuperación. Supervago.

Axl Rose: Notorious (&) Big
El otrora «sex-symbol» de adolescentes jevis y no-jevis de todo el mundo y que durante un tiempo fue más popular que Bono (no el ej-ministro), ha pasado varios años en el anonimato (y también en el economato). No podía ser de otra forma cuando Guns ‘N Roses no publican material nuevo desde hace más de doce años. Y eso siendo buenos, porque en 1993 editaron ‘The Spaghetti Incident’ que en realidad era un disco de versiones. Su último disco de canciones propias fue ‘Use Your Illusion I & II’, que data de (flipemos) ¡¡¡1991!!! Un despropósito. Aparte de por perreo, parece ser que las movidas legales entre los miembros de la banda por usar el nombre del grupo (Axl es el único miembro original que permanece) complicaron y siguen complicando la edición de su álbum ‘Chinese Democracy’, cuya grabación comenzó en 1997 (no «reírse», eh?) y con 13 milloncejos de dólares gastados es ya el disco más caro de la historia. Parece ser que este año se publicará definitivamente pero la cosa es que viendo la imagen actual del pavo Rose (es él, en serio), no augura nada, pero nada, bueno. ¿Sonará a «Old-skool-rock»? ¿Sonará «Rastafairo»? ¿Sonará latino? ¿A alguien le importa ya? Caniche.

Larry Wachowski: el transexual dominado


El antes y el después de Larry Wachowski

Larry, creador junto a su hermano Andy de la saga Matrix, no pierde el viaje. Él, por su parte, ha decidido hormonarse e iniciar un proceso de cambio de sexo, se supone que para pasar de hombre heterosexual a mujer lesbiana. Habrá quien piense que este hombre ha perdido la cabeza. Pues sí, y esta pérdida tiene nombre y apellidos: Karin Winslow. Karin es una dominadora sadomasoquista (dominatrix) que parece que ha vuelto loco a Larry (que ahora se hace llamar Linda) con un par de azotes. Karin dejó a su marido, el también transexual (de mujer a hombre) y musculado actor porno Buck Angel
, que tiene el honor de ser el primer «mangina» (un hombre con vagina). Yo ya me he perdido. Farala.

Britney, de sex symbol teen a marujona arrabalera
Cuenta sólo 25 años y ya es una de las grandes superestrellas del siglo XXI, tiene un montón de premios -entre ellos un prestigiosísimo Grammy por sus dotes de bailarina, MTV Awards diversos-, un Greatest Hits, un marido y un hijo. Muchas cosas desde que apareciera como una lolita americana (es decir, sepsi pero casta) allá en 1998 con ‘Baby One More Time’. En aquellos días y los siguientes, para qué mentir, Britney Spears estaba realmente buena. Incluso se puso unos interesantes implantes de pecho que le dieron más brío a su cuerpecillo, que dio lo mejor de sí en el vídeo ‘Slave 4 U’. Todo fenomenal hasta que, como buena norteamericana media, se casó y ya lo echó todo a perder. Decidió que ya estaba harta de pasarse el día haciendo ejercicio para mantener la forma, de maquillarse, de elegir ropa bonita (este adjetivo lo dice ella, no yo)… La hecatombe vino cuando Kevin Federline, su esposo, la dejó embarazada de su primer hijo, Sean Preston, que nació a finales de 2005. Desde que Britney dio a luz, con 24 añitos, ha ido dejándose y dejándose, de manera que hasta hace un mes más o menos no se sabía si seguía embarazada o si lo volvía a estar de la panza que había echado. ¿Alguien se acuerda de su cinturita vivaracha? Ella no. Además de su alarmante aumento de peso –que se manifiesta también en las patorras, la cara de pan y la abundancia pectoral- Brit ha dejado de maquillarse, peinarse y vestirse, de manera que su atuendo habitual es un chándal anchito, una camiseta que deja ver su tripa de cinco meses perpetuos y unos pelos de hambre que le piden unas mechas y un alisado a gritos. Eso sí, las uñas de porcelana, siempre. Pobre Britney, ha pasado de sex symbol teen a ser una maruja treintona (sí, también se ha echado años encima, además de kilos) de cualquier suburbio a las afueras de Madrid. ¡Qué relajación de las costumbres! Patata.

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