Canciones como ‘Make no silence’ o ‘Pathetic’ son las que más se parecen a Portishead, y en algunos momentos la voz de la cantante, Ema Brabcová, suena a la Beth Gibbons más rabiosa; llegando a parecerse increíblemente. Lo que sí que se nota durante la escucha del disco es una cierta continuidad en las letras y en algunos sonidos. No llega a ser molesto, pero algunas canciones suenan muy parecidas a otras, no sé si intencionadamente o no. Cosas de la indietrónica, supongo. Aun así, el disco está extraordinariamente bien y tiene canciones que, escuchadas tranquilamente, pueden hacer hasta que te apetezca un poco cortarte las venas y todo, como ‘T.I.M.E. Tears In My Ears’. Me parece que no están editados en España de momento, pero si alguna vez lo están, auguro que no van a vender nada. Desgraciadamente. 8
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