‘Out of the woods’ empieza con trío de ases: ‘Here it comes again’, una balada orquestada; ‘A-Z’, una balada electrónica, y el single ‘It’s all true’, que a pesar de ese inicio old-skool que pone un poco nervioso, tiene un desarrollo tan elegante sólo como los mejores singles bailables de EBTG. ‘Hands up to the ceiling’ nos devuelve la mejor delicadeza acústica de Tracey; ‘Easy’ el sonido de sus colaboraciones con Massive Attack; ‘Grand Canyon’, la herencia de tanto trallazo discotequero. Si acaso ‘Nowhere near’ o la versión ‘Get around to it’, a pesar del saxo de The Rapture, se hacen algo más insípidas, pero el cierre con ‘Raise the roof ‘certifica que estamos ante otro disco de Tracey lleno de sonidos angustiosos y vacíos (esta vez creados por Ewan Pearson y Martin Wheeler y no por el que sigue siendo su marido, Ben Watt) y de letras sobre hombres que no vuelven a casa, adolescentes encerrados en su habitación y por supuesto sobre Londres (‘By Picadilly Station I Sat Down And Wept’). A ver si algún festival se acuerda de invitarla y a ella le apetece venir. 8
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