La que no aburre es Teresa Viejo (qué mujer tan elegante) que junto con Silvia Jato e Isabel Gemio podría formar el trío lalalá de malas de película. Y es que hay que ver qué comentarios a las hermanas. Fue apoteósico aquel momento de:
– Tú sabes que tu hermana tiene todos esos complejos por tu culpa, ¿verdad?
– Bueno, en realidad…
– Porque de pequeñas, insultabais a tu hermana, la llamabais oveja negra, Pinocho…
– Sí bueno, pero en broma.
– ¿Y te parece una broma que tuviese que meterse sola en el baño a enjugarse las lágrimas?
– (Silencio sepulcral)
Tiene mucho arte que esta mujer, que actualmente presenta un programa en el que los valores predominantes son estar guapos por encima de todo… y si no se puede, pues hazte bien de cirugía, se presente a sí misma como una heroína en plan «bueno, después del desaguisado que habéis cometido con tu hermana, no te preocupes, que ya la ayudaríamos nosotros con la cirugía».
Pero en fin, que no podemos negar lo evidente: el programa es una risa. Todos los comentarios de mala pécora de Teresa Viejo, todas las situaciones de vergüenza ajena y todas las desgracias que se cuentan en el plató se olvidan cuando ves a una de las participantes correr hacia su familia siendo incapaz de sonreír porque el botox le tira un montón. Y digo yo, si nos reímos de Kylie, de Cher, de la Montiel y hasta de la Kidman porque se han pasado un poco con la toxina botulímica, ¿por qué no nos vamos a reír de una señora de Tocinillos de Arriba a la que -además- se lo hacen gratis?
Sin embargo, en el transcurso del programa del domingo, nos asaltó una duda. Entrar al quirófano siempre supone un riesgo, más o menos elevado. Elevado en el caso de la anestesia total, que te puede dejar bastante malamente. En este caso, ¿el programa contrata una actriz que suplanta la personalidad de la participante o cómo va? Total, va a someterse a cirugía estética, así que es normal que la familia ni la reconozca… ¿no? 5