Después de una intro que se las trae, porque en vez de darte ganas de oír el disco te dan ganas de quitarlo, vienen cuatro, casi cinco temas seguidos buenísimos. O que me encanta oír. Porque cada uno tiene una cosa que hipnotiza (y no me refiero a Lily Allen, que podría ser otra y no me enteraría), pero que tampoco contiene la genialidad de algunos de los de ‘Be’.
‘Start The Show’ no nos muestra lo mejor de Kanye West, pero el tema va enlazado a la soul ‘The People’ y cuando te quieres enterar ya estás en el ‘Driving Me Wild’ de Lily, con un sample que se repite todo el rato de un tema a descubrir o redescubrir: ‘Love has fallen on me’ de Rotary Connection. Después viene un tipo que da más grima que todos los featuring de todos los discos de la historia del hip-hop juntos, Will.i.am de Black Eyed Peas (los de la cerdita Fergie), pero en ‘I Want You’ les ha salido una canción de amor de lo más básico y eso mola. La última a la que llego el 100% de las veces es ‘Southside’, aunque recurre a un hip-hop vs guitarra un tanto estresante.
¿Qué queda después? Pues por suerte no 18 pistas más, sino cosas que convencen más o menos. Es un poco tarde para los scratches de ‘The Game’, y para recuperar ‘So Far To Go’, una balada insulsa del amigo Dilla muerto en 2006 de un ataque al corazón, gran inspirador del disco; pero la sensualidad de ‘Break My Heart’ y la guasa de su letra («me dices que mi ropa es ajustada / pero que no parezco gay / Te contesto «no» / Ese es el de NSync«) te hacen preguntarte: ¿de verdad este disco es tan malo?
Calificación: 6,5/10
Temas destacados: ‘Driving me wild’, ‘I Want You’, ‘The People’
Te gustará si te gusta: