El sueño de Casandra

Tanto nos han hablado del filme que Woody Allen ha rodado en Barcelona, que parece que se nos olvida que antes de que podamos ver a Scarlett luciendo tacón por las Ramblas el director neoyorquino tiene otro filme pendiente de estreno. Lo digo más que nada porque ayer, cuando dije que había visto la última de Allen, alguien me preguntó que qué tal estaban Penélope y Javier. «Muy bien», le dije. «Supongo que disfrutando su amor en algún lugar del mundo» (no me creo la teoría de que son novios por motivos publicitarios). Pero vamos, que la pareja protagonista que SÍ sale en Cassandra’s Dream es mucho más atractiva que estos dos vértices de lo que ya se llama Generación Jamón. La verdad es que a diferencia de Cruz y Bardem, éstos no se lo montan entre ellos porque hacen de hermanos. Una lástima y un desperdicio, ya que tener a Collin Farrell y Ewan McGregor juntos en pantalla abre un abanico de obscenas posibilidades que Woody Allen ha preferido obviar en favor de una película a la que podríamos definir como ‘Match Point 2: más y peor’.

Y es que precisamente esto es lo que nos ofrece esta película, una variación de aquella historia que todos conocemos en la que se plantean los mismos dilemas para resolverlos de distinta forma. Como si el guión, de editarse algún día, pudiera mezclarse con el de ‘Match Point’ para publicarlo en la serie ‘Elige tu propia aventura’. Argumentos totalmente complementarios. Pero ojo, que no estoy diciendo que este filme sea insufrible y no vayáis a verlo. Ni mucho menos. Que sea una copia mediocre, viniendo de la mano de quien viene, sigue siendo superior a la mayoría de la morralla que se estrena cada viernes en España. Los críticos han dicho que no les gusta nada, pero a mí, excepto la media hora larga del final, me ha encantado. Y estoy seguro de que no seré el único. 6,5

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Publicado por
Claudio M. de Prado