Madonnada: ‘Filth & Wisdom’

Tengo la oportunidad de ir a la Berlinale y, ¿para qué consigo entrada? ¿Para la nueva de Isabel Coixet? ¿Para la de Michel Gondry? ¿Para alguna posible ganadora de origen finés? Nein! Para el debut como directora de esa gran mujer llamada Madonna, que, harta de recibir varapalos como actriz ha decidido esconderse detrás de la cámara.

Lo mejor que puede decirse de la labor de Madonna como directora es que la mayor parte del tiempo se te olvida que estás viendo una peli de Madonna. Lástima que regularmente ella misma se encargue de plantar su cutre-sello:

1.-La tía ha metido ‘Erotica’ y ‘Secret Garden’ en la película con todo su coñamen.
2.-El tufillo filosófico post-‘Ray Of Light’ «para ser sabio hay que sufrir» es el mensaje del filme.
3.-Una de las hijas del farmacéutico indio, ¿no será Lourdes, verdad? No, no puede ser verdad…

‘Filth & Wisdom’, rodada hace un año, se estrena en la Berlinale fuera de concurso. No todo lo puede el dinero y las amistades, está claro; pero ya hay quien comenta que peores películas se han dejado caer por aquí. Al final recibió unos tímidos aplausos, aunque uno no sabe muy bien qué pensar, que esto está repletito de gays fans.

AK, un ruso (o ucraniano, depende de la sinopsis que te leas) en Londres con una banda de punk, se gana la vida como dominatrix. Durante la película se dirige a menudo al espectador para soltar unos discursos filosóficos que, con sus pintas friquis, resultan divertidillos, caseros y atolondrados. ¿Hay algo de autocrítico hacia esa filosofía barata que, decíamos, sueltan las letras de Madonna? La pena es que no nos da tiempo a descubrirlo. En 81 minutos de película Madonna, en lugar de centrarse en AK, se va por los cerros de Úbeda con personajes-cliché que pintan poco. Y no nos referimos a las dos compañeras de piso de AK, dos Madonnas, una bailarina y otra preocupada por los niños de África, sino ya a sus hermanas, a sus jefes, a la mujer de sus compañeros de trabajo, a algunos de los clientes de AK… un sinfín de gente que no pinta ni aporta nada. ¿Era necesaria esa escena con la madre india llorando? ¿Puede haber algo más estereotipado que el personaje del escritor ciego? ¿Puede ser más desafortunado ese momento en el que suena ‘Baby One More Time’ de Britney Spears?

La película es bizarra en su estructura y en su desarrollo. En general podría incluirse en esa corriente de cine indie noventero ya pasado de rosca hace tiempo. Sin embargo, AK tenía unas posibilidades como personaje que es una pena que no se hayan desarrollado. Se queda casi a las puertas de ser incluso grande. Quizá a la próxima Madonna lo consiga, si es que hay próxima, claro. 5.

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Publicado por
Sebas E. Alonso