En esta web nunca hemos tratado muy bien a Coldplay, la verdad, no porque nos parezcan terriblemente malos, sino más bien porque no son ni la mitad de buenos de lo que ellos, siempre tan poco modestos, se han considerado. Cuando salieron, en un mundo lleno de Travis, no parecían tener nada especial, y su carrera, al revés que la de sus admirados Radiohead, no daba signos de progreso alguno. Sin embargo, mirando atrás, resulta que ‘Parachutes’ tenía unos cuantos clásicos y ‘Viva La Vida’ no está tan mal. Repasamos sus álbumes.
De odiar ‘Yellow’ pasé a adorarla desde que un día estuve a punto de presenciar cómo mi pareja me dejaba para irse con un fotologuer en el 8ymedio mientras esa canción cerraba la sesión. Al final no pasó nada pero desde entonces me encanta el tema. Y eso es lo que hay que buscar en Coldplay: historias tiernas y sencillas que empiezan en el estudio de la banda y terminan en tu puta cara. De eso va el encanto de Coldplay, no de declaraciones absurdas a la prensa. ¿No es adorable esa voz de constipado que Chris Martin practica en ‘Spies’ o ‘Sparks’? La folkie ‘Don’t Panic’ es aún la mejor canción del grupo en tanto que una de las más sutiles y escalofriantes. Y después de años de resistencia, todos hemos terminado cantando lo de «Come on, yeah, everything’s not lost». Ojalá hubieran seguido practicando su lado más humilde y vulnerable. Supervago.
Calificación: 8,5/10
Temas destacados: ‘Don’t Panic’, ‘Yellow’, ‘Shiver’
Te gustará si te gusta: el ‘The Bends’ de Radiohead pero sin nada de electrónica, Travis
Escúchalo: entero en Last FM
A pesar de todo, ‘A Rush Of…’ (en serio, qué título más largo) tiene un puñado de canciones bastante interesantes. Desde las más fáciles que os podáis imaginar, como por ejemplo ‘In My Place’ (que es la cosa más insulsa del mundo pero qué demonios, tiene su gracia para escuchar en según qué momentos) hasta ‘Clocks’, la que quizá se haya convertido en canción por excelencia de Coldplay.
Lo que está claro es que la banda cree haber descubierto la gallina de los huevos de oro, y empiezan a repetir determinados patrones que parecen anunciar un futuro estancamiento en los mismos soniditos de siempre. Que si los guitarrazos de ‘Yellow’ los metemos en ‘Politik’ o en ‘In My Place’, que si estos solos de piano que tan bien nos fueron con ‘Trouble’ los plantamos en ‘The Scientist’, ‘Amsterdam’ y ‘Clocks’… Aun así salvan el álbum con solvencia, lo que hacen lo hacen bien y se atreven con canciones un poco más «innovadoras» como ‘A whisper’, o ‘Green eyes’. Está un poco sobrevalorado, pero después de ver todo lo que se publica por ahí, es bastante decente. Farala.
Calificación: 6/10
Temas destacados: ‘The Scientist’, ‘Green eyes’, ‘Clocks’, ‘In my place’
Te gustará si: Firmabas las carpetas de instituto con ripios, ‘Why does it always rain on me’ de Travis te parece su mejor canción y eres de los que piensa que si algo es bueno, no es necesario cambiarlo.
Escúchalo: entero en Last FM
Siendo benévolos, es decir, salvando por los pelos el trío formado por ‘White Shadows’ (sucedáneo de Joy Division extraazucarado para las masas), ‘Fix You’ (no neguemos que es valiente sacar un segundo single que sostenga la tensión y no arranque casi hasta el minuto dos y medio) y ‘Talk’ (con su ya célebre saqueo al ‘Computer Love’ de Kraftwerk, consentido por los teutones) junto con ‘Low’, un tema intenso y bastante potable que cuenta con un tal Brian Eno a los teclados (quien insista en que no fusilan a los U2 de ‘The Unforgettable Fire’, en esas guitarras tiene el más claro ejemplo), en ‘X&Y’ se suceden las insulseces del tipo de ‘What If’, ‘Square One’, el mismísimo primer single ‘Speed Of Sound’ (blandiiiitoooo), ‘Swallowed In The Sea’, ‘Twisted Logic’ o ‘The Hardest Part’ (obvio tercer single). Con tal montón de canciones del tipo que te hacen desconectar, es un disco perfecto… para concentrarte en hacer cualquier otra cosa. Y eso aderezado con unas letras que no hacen sino abundar en un rollo mesiánico de sonrojo, filosofía barata digna de estar escritas en el interior de la carpeta de cualquier estudiante de 2º de la ESO con inclinaciones emo (ejemplo: ‘Every step that you take / Could your biggest mistake / It could bend or it could break / but that’s the risk that you take’ canta Martin en ‘What If?’), resulta la mezcla perfecta para un bodrio de disco.
A pesar de todo, ‘X&Y’ estuvo en todos los portacedés de las tiendas modernuquis de la calle Fuencarral y en todos los Zaras, en los reproductores mp3 de diseñadores gráficos y en las furgonetas de los mensajeros, llenando a reventar palaus, pabellones y velódromos… La stadium band de la década, decían… Caniche.
Calificación: 4/10
Temas destacados: ‘Fix You’, ‘The Hardest Part’, ‘Talk’
Te gustará si te gusta: el rock totalmente inofensivo y blandurrio.
Escúchalo: entero en Last FM
Diva Vida Or Death (…)’ (2008): Congratulémonos. Lejos de acomodarse, dormirse en los laureles o dar un nuevo paso hacia el tedio absoluto, la banda de Chris Martin lanza todo un desafío a sus fans menos incondicionales con un ‘Viva La Diva Vida or Death Tralarí Tralará’ que es de todo menos acomodaticio, que es lo que se veía venir tras el éxito de ‘X&Y’.
Quién sabe si Brian Eno ha tenido mucho que ver en la pequeña mutación del grupo, pero sí, salvando las distancias podríamos decir que este es su ‘Achtung Baby’. Cada canción presenta un matiz o un sonido que la diferencia del resto, desplegando un amplio abanico de influencias nuevas de una manera sutil: los ecos de U2 siguen estando presentes, pero ‘Lovers In Japan’ podría estar en cualquiera de los dos álbumes de Arcade Fire sin inmutarse (aclaro que para mí eso es bueno); ‘Cemeteries Of London’ y el single ‘Violet Hill’ traen a la mente la épica bandolera de Adam Ant, y eso mola; en ‘Lost!’, una de las mejores canciones del álbum, suena una base casi hip-hop; en ‘Yes’, otro temazo, comienza cantando Martin con una gravedad inédita sobre unas cuerdas de influencia arábiga que se distorsionan recordando un poco a los belgas dEUS y termina sus siete minutazos con unas guitarras que son puritito shoegaze; y está ‘Viva La Vida’ que es LA canción, con esas cuerdas in crescendo que llevan el peso y guían la melodía vocal hasta ese estribillo con unas percusiones muy medidas que no estallan nunca. Y pese a la variedad, todo suena enormemente coherente, quizá gracias a una genial producción de Eno muy elegante y medida, repleta de matices y poco predecible.
De hecho si no fuera por el inicio y el arranque del álbum (’42’ podría ser un descarte de ‘The Bends’, ¿no?), que son algo flojos si se les compara con el gran cuerpo central del mismo, estaríamos ante un disco enorme. No está nada mal para una stadium-band, no señor. Caniche.
Calificación: 7/10 8/10
Temas destacados: ‘Viva La Vida’, ‘Lost!’, los siete minutazos de ‘Yes’, ‘Lovers In Japan/Reign Of Love’
Te gustará si te gusta: que una banda famosa se reinvente, Arcade Fire, Radiohead, U2
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