Decíamos cuando el grupo publicó su primer álbum como Standard que la banda daba el pego totalmente, que parecía una banda inglesa a la altura, por ejemplo, de Radio 4. En este segundo álbum, gracias a la ayuda de Andy Gill, han conseguido una producción aún más brillante que, no obstante, se encuentra con dos peros. El primero es que el género empezó a mover pieza hace tiempo hacia otros lares. En DFA hemos empezado a ver guiños hacia el electro o hacia el soul y el mismísimo James Murphy tendrá que pensarse muy bien si publica otro álbum que sobre todo sea de dance-punk. En ese sentido este disco quizá llegue un poco tarde. Y el segundo es que mientras LCD por ejemplo nunca sacrificarían una buena melodía por una buena producción, este álbum sí lo hace. Aunque todas las pistas son impecables falta claramente un par que destaque por encima del resto. ¿Quizá el estribillo de ‘Don’t Give Up’ o el de ‘Don’t Let The Children Play Around’? Posiblemente. Lo seguro es que será una gozada ir a algún concierto de su gira porque este disco parece pensado precisamente para el directo. Y ahí seguro que es donde We Are Standard, como Delorean, sí resisten la comparación con los más grandes.
Calificación: 6/10
Temas destacados: ‘Don’t Give Up’, ‘Don’t Let The Children Play Around’, ‘The Last Time (remix)’
Te gustará si no te has cansado del :dance-punk, punk-funk, esa etiqueta tan rara que da vergüenza pronunciar en voz alta
Escúchalo: en MySpace