My Blueberry Nights

Las rupturas amorosas son casi siempre dolorosas. Pero el desamor en los filmes de Wong Kar-wai alcanza magnitudes épicas. Su obra es cine de autor en estado puro y filmes como ‘Deseando amar’ o ‘2046’ son jalones en la historia moderna del celuloide. De ahí el riesgo que el propio cineasta asumiese al aceptar alejarse de su Hong Kong natal para filmar en Estados Unidos. Todo por un sueño: rodar con la fantástica Norah Jones, de cuya voz se declara un apasionado enamorado.

La música es un elemento narrativo básico en sus películas y, al igual que sucede con otros directores como Scorsese o Lynch, sería difícil aprehender su cosmovisión sin la aportación de sus bandas sonoras. Y, tal y como le acontece a la protagonista de ‘My Blueberry Nights’, Wong viajó miles de kilómetros para enfrentarse a un desafío. Sin embargo, si la interpretación de Norah Jones no decepciona, el almibarado guión nos deja ahítos por momentos.

Pero que nadie se ponga a temblar: su estética sigue indemne. La distancia física e idiomática respecto a su país natal no ha alterado un ápice el andamiaje emocional de su filmografía: primerísimos planos, encuadres imposibles, relojes y espejos por todas partes, un tren que acelera de repente… Sin embargo, Kar-wai fracasa cuando intenta meter su bisturí en terreno desconocido e incluso desaprovecha localizaciones tan jugosas como Las Vegas, Menfis o Nueva York. Si en filmes como ‘Chungking Express’ o ‘Happy Together’ sus planos irradian fuerza e intensidad, hay escenas en ‘My Blueberry Nights’ (quizá debido a nuestro exceso de bagaje fílmico hollyoodiense) que rozan lo irrisorio y dificultan la credibilidad de algunas de las micro-historias que se solapan en el filme.

Es ahí cuando el castillo de naipes de Kar-wai se derrumba y el espectador debe esforzarse en la búsqueda de asideros para reengancharse a una empalagosa trama de corazones solitarios que huyen hacia delante para volver a su lugar de origen. Estos no son otros que las correctas interpretaciones de Jude Law (que regenta un pequeño bar en el que devora cada noche tarta de arándanos sobrante y colecciona llaves que cierran las puertas de amores rotos…), Rachel Weisz (neurótica ex mujer de un policía al que da vida David Strathairn, que muchos recordarán por ‘Buenas noches; y buena suerte‘), y Natalie Portman (que interpreta de forma magistral un papel que se asemeja casi autobiográfico). Y, entre las curiosidades del elenco, no os perdáis el cameo de Chan Marshall (Catpower). 6.

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Hator