Es un recurso manido de los periodistas recurrir a lo de «amada y odiada a partes iguales» para hablar de personajes que ni mucho menos son amados y odiados a partes iguales, pero el caso de Najwa es de los auténticos. Su trabajo como cantante y actriz entusiasma a unos y repele a otros, protagonizando burlas de las que afortunadamente, ella ha sabido reírse parodiando además
sus continuas comparaciones con Björk.Decir que la chica en realidad para lo que valía era para la publicidad, porque su voz susurrante es perfecta para anunciar, por ejemplo, cava, es hacerle un flaco favor, pero al menos resuelve las dudas que pudieran quedar de que como personaje, es inconfundible.