Pelle Carlberg en Madrid

Pelle Carlberg ofreció ayer en la sala Moby Dick de Madrid un concierto acústico de un nivel admirable que dejó con ganas de más a los asistentes. Como teloneros Evripidis and his Tragedies, que estuvieron francamente bien, mucho mejor en directo que en lo que hasta ahora había oído de ellos. Pop cabaretero con coros histriónicos y un piano delicioso que preparó el terreno estupendamente para Carlberg.

Abrumado por el frío de Madrid (dijo que salió de Suecia con 7ºC y llegó el martes a un Madrid, a -1ºC, sobre el que en ese momento nevaba) se presentó en el escenario de Moby Dick con una guitarra acústica y un acompañante que hacía los arreglos de bajo, voces y percusión. Cada día estoy más convencida de que Suecia es una fábrica de hombres perfectos y Pelle Carlberg se trajo a uno de ellos para esta misión. Con una maleta que hacía de bombo y una caja con pedal, el hombre orquesta del que hablo producía la percusión. Aparte de esto, tocaba el bajo, la armónica y hacía los coros. Una maravilla.

Pelle estuvo atento con su público en todo momento. Dio un repaso a canciones de sus tres discos y bromeaba con alguna historieta entre canción y canción.

Con ‘Fly Me To The Moon‘ despotricó un rato contra la compañía Ryanair, contó la historia en la que se basa ‘1983 (Pelle & Sebastian)’ e indicó que ‘Because I’m Worth It’ es una canción dedicada a los nacidos en los 70, según él, la generación «porque yo lo valgo». Quedó preciosa, además. Del primer álbum, ‘Everything. Now!’, destacaron ‘Riverbank’ y ‘Go To Hell, Miss Rydell’. Del segundo

, ‘I Love You, You Imbecile’, la estupenda ‘Middleclass Kid’ o la trabalíngüica ‘Clever Girls Like Clever Boys Much More Than Clever Boys Like Clever Girls’, frase con la que había estampado unas bolsitas muy monas que vendían en el puesto de Fikasound. Echábamos de menos ‘Crying All The Way To The Pawnshop’ pero al final no la tocó.

Todos estábamos encantados con el show. El público coreaba, aplaudía, cantaba todas las canciones… Pero llegó el momento de decir adiós y alguién del público pidió ‘Pamplona’. Salieron del escenario y al volver a entrar cumplieron la petición del fan. Parecía que iba a ser un bis más largo pero no, volvieron a irse. Como los aplausos no paraban Carlberg volvió a salir y nos sorprendió gratamente con una versión de ‘I Believe In a Thing Called Love’ de The Darkness completamente desencajado del cachondeo que se traía con el temita y sus consabidos falsetes. Pelle, ¡no te vayas! pero ahí terminó todo. A mí me poseyó el espíritu de Alfredo Landa y en un estado de semi-euforia sólo me salía decir: ¡¡que viva Suecia!! 9

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Publicado por
Angèle Leciel