‘Lost’ mantiene el listón

Apenas unas horas después de su estreno el miércoles en Estados Unidos ya estaban disponibles por varios medios los dos primeros capítulos de la quinta temporada de ‘Lost’. Única serie que al mencionar en público es capaz de conseguir que más de la mitad de los personajes que tienes alrededor se pongan las manos en las orejas, te miren con sangre en los ojos y empiecen a gritar como corderos en celo eso de «no me digas nada que todavía no lo he visto». Pues mira, como aquí respetamos mucho la opinión de la gente, no diré nada que pueda ser spoiler de este gran arranque de temporada. Incluso intentaré no ser muy específico con nada de la cuarta por si acaso hay algún rezagado que no ha podido terminarla. Ahora, a todos los que os ponéis histéricos ,y lo único que sabéis de la serie es que va de unos que se estrellan con un avión en una isla, a jod***e toca, que anda que no habéis tenido años para poneros al día.

Pues a lo que íbamos. Que qué bien se queda uno cuando los planes salen bien. Qué bien cuando comprueba que una de sus series favoritas no sólo no decae, sino que se supera a pesar de los baches de la segunda y tercera temporada que casi nos hacen perder la fe. Qué fantástico que ‘Lost’ vuelva a sorprendernos cuando parecía imposible, sobre todo teniendo el listón tan alto con el infartante final de la cuarta temporada, ése en el que ese sitio hacía esa cosa que sorprendió a todo el mundo. ¿Y cómo lo han conseguido? Para empezar, los flashbacks y fastforwards que han marcado el estilo de la serie han desaparecido para siempre. Ya no hacen falta y, lo que es mejor, no se echan de menos. Pero tranquilos que la narración lineal está todavía por llegar.

Además, algunos personajes que dábamos por muertos vuelven a aparecer de la nada, así como algunas historias ya vividas que, gracias a una cosita llamada X, volveremos a visitar desde interesantes y distintos puntos de vista. Por supuesto, la famosa constante de Desmond vuelve a tener un papelazo importante en el argumento, así como el tiempo, que aunque esta temporada se reduzca a 70 horas de plazo para hacer algo concreto que una actriz que salió en una peli de Amenábar revelará en su momento adecuado, se estirará y encogerá a gusto del espectador como si una ópera prima de Nacho Vigalondo se tratara.

O al menos así ocurre en estos dos primeros episodios, cuyo frenético ritmo puede llegar a desconcertar, siempre para bien, incluso a los más expertos Lostólogos (¿existe esta palabra?) del planeta. Pero no desesperen, amigos, que no hace falta volver a visionar la serie entera para entenderlo. Todo gracias a que Hugo hace un resumen bastante condensado de todo lo que ha pasado hasta ahora hablando con su madre, que somos todos. Porque sucede con ‘Lost’ que todo es posible. Incluso que algún comentarista absurdo empiece a insultarnos por desvelarle alguna nimiedad cuando desde un principio estaba avisado que podría pasarle. La pregunta no es por qué, sino cuándo y dónde. Ya falta menos. ¿Habéis entendido algo? Ésa es la idea.

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Publicado por
Claudio M. de Prado