‘Skins’ es el título de esta serie que no se refiere a los skinheads precisamente, pero que no nos queda del todo claro si se refiere a la forma coloquial de llamar al papel de fumar en algunas zonas de Gran Bretaña. La primera temporada, en la que cada capítulo tiene el nombre de uno de sus protagonistas, no sólo se deja ver, sino que también muestra algunos de los males endémicos de la juventud actual (vaya frase de reviejos nos ha quedado aquí). Con una banda sonora bastante bien escogida, los nueve componentes de este grupo (Tony, Michelle, Sid, Cassie, Chris, Jal, Maxxie, Anwar y Effy) viven sus propias aventuras en Bristol.
El que parece desde un primer momento el personaje principal, Tony, es el hijo perfecto. Buen estudiante, educado y medianamente atractivo, es capaz de engañar a cualquiera con su pinta de niño bueno. Pero en el fondo, es uno de los personajes más retorcidos y manipuladores que jamás se hayan visto en televisión desde Angela Channing. Aburrido de su vida como estudiante ejemplar, se dedica a malmeter entre sus amigos y a, básicamente, joderles la vida, creando entre ellos un Síndrome de Estocolmo bastante difícil de superar. En especial para Sid, el típico amigo medio patético y papanatas incapaz de hacer la o con un canuto.
Los personajes secundarios también dan lugar a tramas más o menos interesantes. Está Cassie, enferma de anorexia y prácticamente medio ida de la olla. Michelle, la típica novia celosona a la que su novio no para de ponerle los cuernos y hacerle todo tipo de putadas que ella perdona religiosamente. Maxxie y Anwar, la extraña pareja de homosexual y musulmana que -cómo no- tiene sus encontronazos. Chris, el adolescente adicto a las pastillas y a todo tipo de drogas en general, enamorado de una de sus profesoras. Y está Jal, una chica negra a la que muchos tratan de pobretona, aunque su padre sea un reconocido rapero con más dinero del que probablemente pueda gastar nunca.
Lo bueno de ‘Skins’ es que no se queda en el estereotipo de los chicos aficionados al alcohol, el tabaco y las sustancias psicotrópicas y que en el fondo son incapaces de tomar las riendas de su vida. Por el contrario, las dispares procedencias de sus protagonistas, y sus diferencias a la hora de enfrentar algunas situaciones límite, marcan la serie desde el principio para convertirla en una pieza más que interesante. Evidentemente, hay algunas situaciones que son -cuanto menos- fantasiosas, pero no dejan de ser creíbles. Estamos deseando ver ya la segunda temporada, incluso a pesar de ese final de la primera, más propio de ‘High School Musical’ que de una serie medianamente decente.
Calificación: 7/10
Destacamos: Que los personajes van cambiando según se hacen mayores. Se agradece, la verdad, que estamos hartos de ver a los que tienen 18 años todas las temporadas y no crecen nunca.
Te gustará si te gusta: ‘Al salir de clase’, ‘Física o Química’, ‘Trainspotting’.
Predictor: Ya va por la tercera temporada, y en España se emite en Antena.Neox.