Irantzu Valencia, el encanto de la sencillez

Irantzu Valencia ha dejado La Buena Vida por motivos personales, presumiblemente para hacerse cargo de su familia y su trabajo. Hace tiempo que el grupo debe de saberlo. Probablemente en el momento en que silbaron, a modo de bis, la pista sorpresa de ‘Soidemersol’, abrazados, en su último concierto en el Primavera Club, ya lo sabían, ya que el EP que publican en marzo lo tenían casi listo y se había grabado ya sin ella. Sin embargo, no se ha comunicado la marcha hasta el último momento: el de dar a conocer el nuevo single de la banda a los medios. Cuando ya era evidente que la canción contenía coros femeninos, y no eran suyos.

Es el último episodio de momento de una de las personalidades más carismáticas del pop español. Su retirada podría ser intermitente como la de Tracey Thorn, o definitiva, como la de Harriet Wheeler de los Sundays, que también estaba casada con el guitarrista de su grupo. El tiempo lo dirá, pero lo claro es que Irantzu ha escrito una página decisiva en la historia de la música, digna de un bonito «hasta luego», curiosamente sin ser la que mejor canta, ni la principal compositora de su grupo ni por supuesto basar su magnetismo en su sexualidad. ¿Qué ha hecho a Irantzu tan especial entonces?


La voz de Irantzu Valencia es la primera que se oía en el primer single de La Buena Vida, ‘Hoy es domingo’, publicado en 1992. El papel de vocalista en la banda siempre ha estado repartido entre ella y Mikel, y para mucha gente era la comunión de ambas voces lo que hacía al grupo especial. ‘Buenas cosas mal dispuestas’ y ‘Qué nos va a pasar‘, quizá las dos canciones más emblemáticas de su carrera, están prácticamente cantadas por los dos a dúo.

Últimamente, en cambio, Irantzu se ha quedado con la voz principal de los temas más melancólicos de los dos excelentes últimos discos, ‘Un actor mejicano‘, ‘hh:mm:ss’, ‘Calles y avenidas’, ‘Reacción en cadena’ o ‘No te he visto nunca’; mientras que Mikel, por su parte, se ha quedado con los más optimistas o alegres, ‘De nuevo en la ciudad’, ‘Ayer te vi’ o ‘El fin del mundo’.

Que el drama cale siempre más entre el público podría ser una de las razones por las que Irantzu haya terminado teniendo un lugar tan destacado en La Buena Vida, aparte de que por supuesto en un grupo con chica, la chica se llevará siempre mayor atención. Pero por supuesto hay más.

Aunque tanto Irantzu como Mikel han mejorado su técnica vocal infinitamente en su constante búsqueda de la madurez de su sonido, Mikel siempre afinó mejor, pero nunca dejando a Irantzu en mal lugar. La voz susurrante casi hablada, totalmente honesta y sencilla de ella era en realidad perfecta para acentuar el encanto de unas letras basadas en la cotidianeidad y en los sentimientos más íntimos. Como hemos defendido muchas veces en este site, ninguna voz prodigiosa habría servido mejor para hablar de lo que sientes por tu pareja, porque los momentos más hermosos de la vida de pareja se componen de susurros y de cosas que se dicen en voz baja, con imperfecciones, sin gritos.

¿Qué pasará ahora? ¿Hasta qué punto era imprescindible el papel de Irantzu en La Buena Vida? El grupo siempre ha guardado con recelo el dato de quién escribe cada canción y la banda al completo aparece como autora de música y letra en todos sus discos. Curiosamente tenemos que irnos al ‘Romance’ de Humanoid, en el que Irantzu cantó ‘Perdí la razón‘, para encontrarla como autora expresamente de la letra de este tema. El resto es un misterio. Sin embargo, todo parece indicar que los chicos son autores, como poco, de la totalidad de la música, y seguirán componiendo buenas canciones al nivel de siempre, como han hecho a lo largo de los años, por mucho que hasta ‘Desenfocada’ con su «parapapá» o ‘Ventura’, con su «Hallelujah», tengan el sello imprescindible de Irantzu. Recordemos que Pedro San Martín, en la entrevista que le hicimos en julio de 2008, habló sobre la posibilidad de seguir adelante con una formación diferente a la conocida.

Por supuesto, no hay motivo para dar la carrera de La Buena Vida por acabada. ‘Vapor de carga’ o ‘El largo adiós’ son demasiado grandes como para eso. Por eso seguiremos atentos a los chicos, de la misma manera que seguimos a Single sin que fuera voz de Le Mans, o a Carlos Berlanga sin ser finalmente la voz principal de Dinarama como se había planteado en principio. Simplemente es el momento de decir que, desde el profundo respeto a su decisión; esperaremos un regreso de Irantzu dentro de 5, 10 ó 30 años, siempre.

Foto: Felipe Barrientos en La Página de La Buena Vida

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Publicado por
Sebas E. Alonso