Alberto Matesanz, rodeado de la gente de la que suele, desarrolló un espectáculo mixto de todos esos proyectos en los que está involucrado. Junto a la siempre brillante Blanca Lacasa tocaron un par de temas de Plastic D’Amour como ‘Femme Divine’ de su primer trabajo, ‘Olivia’ y una genial versión de ‘Je suis venus te dire je m’en vais’ de Gainsbourg. Después, junto a Almudena López repasaron canciones de Mate de las que destacó ‘Genoveva’ de ‘Ventajas de ser optimista‘. Junto a los componentes de Mittens revisaron el ‘Normal’ de Bel Divioleta (también incluida otra versión en el último trabajo de Mate) y ‘Tiempo’ de lo último de Las Escarlatinas. El momento álgido llegó con ‘Lloraré’ de ‘A todo color’, una de las canciones en castellano más emocionantes de los últimos tiempos.
La fiesta siguió con el turno de Uccellacci e Uccellini con su instrumentación de película. Navy Blue dejaron el listón bastante alto. La voz de Yani Martinelli es impresionante y las canciones de la banda son de ésas que te dejan buen sabor de boca de lo bien montadas que están. Terminó la noche con Santi Campos y sus Amigos Imaginarios. El polifacético Charlie Bautista a los teclados mantuvo al público animado e interesado con versiones de The Supremes y de Nancy Sinatra. Para esta última contaron con la colaboración de Ana Franco de Coffee & Wine.
Entre concierto y concierto Luis Elefant fue deleitándonos con todo tipo de joyas yeyé y clasicazos del pop de siempre. Entre el público, destacamos la presencia de Guille Milkyway, Felipe y Ana Cola Jet Set o Paul Bevoir. Toda una fiesta que pensábamos se repetiría al día siguiente con todos ellos sobre el escenario.
Pero el sábado nos llevamos el disgusto de no poder entrar por el aforo completo. A pesar de que hubo gente que estuvo esperando desde las 20.15, nunca llegaron a acceder. Todo esto, unido a los cursillos de modales que el portero necesita con urgencia, ésos que van a ser obligatorios pronto en la Comunidad de Madrid, hizo que nos fuéramos muy decepcionados de este evento.