‘Lost’ cierra su quinta temporada

Ayer se despidió la penúltima temporada de ‘Lost‘ en Estados Unidos. Una temporada en la que definitivamente el argumento ha justificado los molestos flashbacks que nos aburrieron las primeras tandas, pero que, por el contrario, ha tenido muchos menos momentos de tensión, provocando el abandono de la audiencia, que tocó fondo hace un par de semanas, con unos 9 millones de espectadores (la serie empezó rondando los 20).


Ya no existe esa necesidad de ponerse capítulos y capítulos seguidos de la serie. Uno puede aguantar y, hasta diría yo, hay varias tramas que para el deslumbramiento que buscan, dan bastante igual (la de Jacob, de momento). Sin embargo, lo que ‘Lost’ ha perdido en acción y misterio, lo ha ganado en peso. Aunque hay varios momentos de «por favor, ¡qué tomadura de pelo!» y «¡que acabe ya!», la serie no ha perdido puntos gracias a una original forma de ir resolviendo el misterio de la isla, mediante una revolucionaria trama científica.

En la ficción, ha sido muy recurrente suspender lo que había visto el espectador mostrando que había sido un sueño. Sin este truco casposo, ‘Lost’ juega con elementos parecidos trastocando el espacio, el tiempo y la realidad de sus personajes. De fondo, como ha estado claro desde el principio, prevalece sobre la ciencia ficción un drama humano sobre la soledad, el desamor y el sinsentido de la vida.

Hay una escena hacia el final de este último episodio en la que los personajes protagonistas se miran. No tienen ni idea, de nuevo, de qué les va a pasar. Pero esta vez puede tener consecuencias irreversibles sobre su propio destino. En 2010, cuando acabe la serie para siempre, sabremos si lo que les espera es lo que temían en ese momento crucial o la vida les dará la misma sorpresa que a los protagonistas de ‘Olvídate de mí’.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: LostPerdidos