Las teorías sobre la causa de la muerte de Michael Jackson van para largo. Aunque se dijo durante el fin de semana que el médico que lo atendió estaba en paradero desconocido, no era cierto. Declaró en primer lugar el jueves y en segundo lugar el sábado. Ha tenido que buscarse un abogado porque la familia le culpa de su muerte, debido a los analgésicos que le recetaba, y que Michael Jackson, al parecer, tomaba en grandes cantidades.
Ahora se sabe para qué Michael Jackson podría haber estado tomando algo parecido a la morfina. Los forenses han encontrado hematomas en las rodillas y espinillas del cantante, así como en la espalda, que podrían ser las secuelas de una caída. La teoría de que Michael estaba realizando unos esfuerzos físicos que no podía permitirse para salir de gira y realizar los diez conciertos de Londres que se transformaron en cincuenta, según la niñera de sus hijos, sin que él lo supiera, cobra fuerza.
La muerte de Michael Jackson nos ha dejado conmocionados. Desde el jueves, y durante el fin de semana, a medida que cada uno nos íbamos encontrando con nuestros amigos, hermanos y padres, algunos nos preguntábamos qué hacíamos cuando nos enterábamos de su muerte, por medio de quién nos habíamos enterado, si recordábamos a aquella compañera de instituto o a aquel amigo que viajaron solos con 15 años a Valladolid y a Zaragoza para poder verle en directo durante los 90. Por qué creíamos que una noticia tan ajena podía darnos tanta pena.
Algunos americanos aún se preguntan entre sí dónde estaban cuando mataron a Kennedy. Así los individuos participan del acontecimiento histórico que les ha tocado vivir. Aunque igual esta vez la pregunta es dónde estaban los que ahora hablan en su nombre y están tan seguros de lo que le convenía. Dónde estaba su familia, con ese padre al frente que le privó de tener una infancia feliz sometiéndole a abusos y explotándole. Dónde estaba la madre de dos de sus hijos, que ha acudido rauda y veloz a los medios a contar que sus dos hijos no son hijos biológicos de Michael Jackson en realidad. Dónde estaba su ex mujer Lisa Marie, que cuenta tranquilamente que ella y Michael sabían que él moriría como su padre, Elvis Presley.
No es momento de buscar culpables. Quizá Michael Jackson nunca se dejó ayudar. Sólo es tristísimo comprobar cómo hoy todo el mundo decía saber lo que iba a pasar o cómo la noticia de que «la familia Jackson se encuentra más unida que nunca» escala puestos en los ránkings de lo más leído en toda la prensa nacional. A buenas horas, mangas verdes.