Vetusta Morla se han proclamado este fin de semana los grandes ganadores de los Premios UFI, los Premios de la Música Independiente detrás de los que se encuentra una asociación de la que participan decenas de sellos independientes de nuestro país. Casi todos por no decir todos, en realidad. La idea era buena, pero el resultado ha dejado a muchos con cierto sabor amargo. Clint, que han perdido el premio al mejor álbum de música de vanguardia a manos de Glitter Klinik, el grupo de Luis Miguélez y Juan Tormento, se lo han tomado con sentido del humor (más o menos) como han querido contarnos en su crónica; y hay categorías sobre las que se puede hacer un interesante debate (Elastic Band han dejado a Manel, Klaus & Kinski y Chinarro sin premio al álbum de pop). Sin embargo, lo de Vetusta Morla empieza a rozar lo insólito.
‘Un día en el mundo’ no sólo se ha proclamado mejor álbum del año frente a Manel, Depedro o Klaus & Kinski, sino que se ha hecho con este título estando nominado junto a ‘Alegranza’ de El Guincho, disco reconocido por medios internacionales y nacionales. Lo mismo ha sucedido en la categoría de canción (‘Valiente’ ha superado a ‘Palmitos Park’ o ‘Dos policías’ de Los Punsetes), artista del año y álbum de rock.
Vetusta Morla te pueden gustar o no, pero lo mínimo que se le puede pedir a unos premios independientes es un mínimo de coherencia, y es prácticamente surrealista que Vetusta Morla ganen los cuatro premios más importantes y se les escape el secundario «artista revelación», que ha ido a parar a manos de Nudozurdo. Es como si Juan Antonio Bayona hubiera ganado el Goya al mejor director por ‘El orfanato’, pero el de mejor director novel se lo hubiera llevado Tom Fernández por ‘La torre de Suso’. Si eres el mejor de los mejores siendo novel, también serás el mejor de los noveles, ¿no?
Es el público el que vota, pero es que igual ahí es donde reside el sinsentido. Si el público vota, tenderá a ganar el artista más vendedor (en este caso Vetusta Morla, llevan varias semanas en la lista de Promusicae) o el que más amigos que le voten tenga. Si gana el artista más vendedor, quizá los premios no sean tan «independientes». Al fin y al cabo, los premios nos han dejado a los mismos ganadores que los Premios de la Música, y para eso, pues ya teníamos unos.