Vince se lamenta de que el recinto de Benicàssim no pueda ampliarse porque este año «se podrían haber vendido al menos 20.000 entradas más», pero para solucionar este contratiempo ya busca un emplazamiento para que el FIB Heineken se desarrolle en algún otro lugar de España además de en esta hermosa localidad de Castellón. La escogida ha sido Sevilla, a la que llama «la nueva Barcelona».
Casi tan noticiable como este posible desdoble, es el modo en que se refiere a los grupos españoles que tocan en Benicàssim:
Es interesante cómo sólo los grupos británicos y americanos controlan la totalidad de la industria musical del pop. De acuerdo, hay algunas bandas francesas y hay un grupo o dos españoles en Benicàssim, pero no significan nada ni siquiera para los españoles. The Killers serán tan famosos en España como son aquí».
Suponemos que Vince se referirá a que Los Planetas no son multiplatino en España como Oasis en Reino Unido, pero el comentario es bien feo, sobre todo en cuanto a número: nunca tantos grupos españoles han actuado en Benicàssim como este año y él ni siquiera se ha enterado. Por otra parte, habla del FIB como de una mezcla maravillosa entre Glastonbury y Reading pero con playa, aunque critica lo que cuesta organizar cualquier cosa en España. Para él, todo va lento.
En caso de materializarse, el FIB Sevilla (¿lo llamarán FIS? ¿buscarán una localidad que empiece por «b»? ¿aguantaremos 45º a la sombra?) será el segundo intento de realizar una edición paralela para este festival que ya agota los abonos meses antes de su celebración. La primera, el Saturday Night Fiber de 2008, trajo a Morrissey o My Bloody Valentine a Madrid, aunque no agotó localidades.