Yo Majety tienen sus fans. Como se retrasaron media hora, varias personas nos preguntaron cuándo pensaban salir mientras pinchábamos. Y después de que terminaran, algún otro nos preguntó cómo se llamaban. Su concierto, breve y divertido, consistía en lo siguiente. Un tipo soltaba unas bases desde atrás y las chicas, en primer plano, sus letras aceleradamente al estilo escupitajo, mientras las primeras filas de asistentes lo daban todo haciendo símbolos feministas, lésbicos o simplemente levantando los brazos. Por supuesto no decepcionaron y actuaron con las tetas fuera. Su potentísimo electro-hiphop a veces se desinfla después de los primeros acordes de un tema, pero el hecho de que no llegaran a la hora de concierto nos dejó con ganas de más. 6
.Después de ellas hicimos una sesión que no cuajó mucho, a pesar de que el Pop Bar es nuestro sitio favorito para pinchar, a tenor del contraste entre lo que llevábamos pensado (Friendly Fires, Passion Pit, Music Go Music) y lo que nos pedían (A-ha, Oasis, Vetusta Morla). Cuando nos pidieron Alaska 10 veces, pusimos ‘Electricistas’ y nos dijeron: «Pobre Alaska, ¿por qué la ponéis remezclada?», nos resignamos definitivamente al surrealismo. Se podría escribir un libro sobre la percepción del «pop» del siglo XXI en base a las peticiones recibidas en el Pop Bar, descarao. Gracias mil a los asistentes, en cualquier caso, lo pasamos muy, muy bien. Este viernes 28 pinchamos en el Polyester de Madrid.
Foto: Barbarella DM para Flickr en otra ciudad, pero vamos, algo parecido fue.