Es por eso que se puede afirmar lo que ya llevamos unos años diciendo: que Suecia y algunos países de su entorno, como Noruega o Islandia, son la cuna de la tendencia mundial. No se entiende si no que lo que ayer pusieron de moda, hoy sea mainstream por todos lados. Sally Shapiro no tienen una extensísima carrera, pero sí algún disco que se merece más atención de la que tuvo en su momento (que fue cero). Y desde luego y lo más importante: llevan con el ochenterismo bastantes años. Vamos, que son unos verdaderos precursores.
‘My Guilty Pleasure’, sin salvar el mundo, sí es francamente interesante. Los sonidos que consiguen como dúo son maravillosos y la voz de ella, Sally, es idónea para cantarse estos compendios de amor y desamor que son sus letras. Y para muestra, ‘Love In July’
Sin embargo, que salieran antes no significa que sean mucho mejores. Al igual que les pasa a La Roux y a Little Boots, el álbum al final resulta un poco pastiche y un poco cansino de puro recargado. Tanto efectito por aquí y por allá y tanto sonido heredado de hace dos décadas (por mucho que haya sido modernizado), termina resultando un pelín cargante. Pero en general, bien, que es lo que importa.
Calificación: 6,8/10
Temas destacados: ‘Miracle’, ‘Save Your Love’, ‘Love In July’, y el subi-subi-subidón de ‘Looking At The Stars’
Te gustará si te gusta: el italodisco, o si no lo manejas, La Roux y Little Boots.
Escúchalo: en Myspace.