«Todo esto en siete días, en ‘Pekín Express'». No veíamos el momento de escuchar de nuevo esta frase, enclavada en ese programa que, desde el pasado año, nos tiene loquitos. ‘Pekín Express’ vuelve a nuestras pantallas, certificando que es lo mejor en realities que tenemos ahora mismo en España. Un reality que aúna algo de cultura (durante el programa se dan breves explicaciones respecto a la zona que se visita), esfuerzo físico, intelecto y superación personal.
Esta vez, Pekín no es el destino sino el origen, y la meta Bombay. Diez mil kilómetros divididos en 45 etapas, con dos únicas premisas: sólo tienen un euro al día para comida (aunque pueden mendigar) y el alojamiento y el transporte nunca lo podrán pagar ellos mismos. Así es como tendrán que viajar estas diez parejas, que este año vuelven a ser un tanto peculiares. A saber:
– Una madre y una hija que prometen ser un poco cargantes. Las típicas que terminan dándote ascopena sin parar.
– Una pareja urbanita que dice haber viajado siempre a todo lujo (ya será menos).
– Una pareja de cincuentones muy parecida a la de la edición anterior. Tenemos la duda de si uno es Miguel de la Quadra-Salcedo o no.
– Dos maricas de día y strippers de noche (tal que así los han presentado).
– Un par de perroflautas navarros que ya han sido expulsados. Otros concursantes los han llamado tal que así, de una forma bastante despectiva. A ella le daba por cantar jotas navarras de vez en cuando, así que tenemos sentimientos encontrados.
– Una pareja de policías de Coslada muy chungos que nos dan bastante miedo y que dudamos que no sean componentes de ‘El Bloke’. Son fans de poner motes con muy mala baba y no callárselos.
– Dos chicas catalanas que tienen pinta de dar el sorpresón a base de gritos.
– Un padre y un hijo que vienen de una granja y que son de lo más aburrido.
– Una pareja de ex novios que viene de un pueblo perdido de la mano de Dior.
– Dos que querían ir a ‘Pekín Express’ pero no se conocían: una es una réplica de Isabel Coixet y la otra una pija redomada.
La primera emisión de ‘Pekín Express: La ruta del Himalaya’ (así se llama este año), nos ha dejado estampas de lo más interesantes. Sin embargo a priori el casting no parece tan atractivo como el del año pasado, que era más de andar por casa, y -quizá por ser la primera vez que se emitía- se veía un poco más auténtico. Las parejas que están en ‘Pekín Express’ este año tienen bastantes más ganas de ganar que otra cosa, por lo que no se preocupan tanto por el resto de sus compañeros como nos gustaría. Se han oído además un par de catetadas (y de las gordas) y es posible que este año el espectador no se sienta tan identificado con los concursantes como en el anterior, donde su carácter te llevaba a empatizar casi inmediatamente con ellos.
Luego está el tema de Raquel Sánchez Silva. No está del todo mal en su papel de Directora de la Carrera impasible, aunque en algunas escenas traten de vendérnosla como una persona muy humana: no hay quien se lo trague. Paula Vázquez, el huracán Vázquez, esa presentadora capaz de despiporrarse de risa con los concursantes, echarles la bronca y llorar con ellos y que encima sonase todo súper auténtico, ha dejado el listón muy alto. Sánchez Silva no es capaz de crear (ni de reforzar) esa conexión espectador – presentador – concursante, aunque no está del todo mal, seamos sinceros. Y además puede que su blog, bastante interesante, ayude a hacerla más accesible. Eso sí, no le vendría mal cortarse un poco con todo el producto que se pone en el pelo, porque al final parece que lo lleva un poco… ¿cómo decirlo? Sucio.
Calificación: 8/10
Destacamos: Que sigue teniendo (de momento) el balance justo entre aventura e historias personales.
Te gustará si te gusta: El primer ‘Pekín Express’, ‘The Amazing Race’.
Predictor: Hizo un 8,2% de share, una audiencia más discreta que en la anterior temporada.