Discos de la década: Broadcast

Como Goldfrapp, pero con un peso más marcado del krautrock y el dream pop, Broadcast habían comenzado su carrera a finales de los 90. Tras varios EP’s y un debut más que notable (hemos tenido que hacer media aritmética para descartar ‘The Noise Made By People’), ‘Haha Sound’ reincidía en el mismo sonido invernal de su predecesor, sólo que ahora con un single que sorprendentemente sonaba casi como un llenapistas.


Aunque su imagen es incluso más fina y elitista que la de Goldfrapp, en el mismo año en que estos se sumaban a la revolución electropop en ‘Black Cherry’, Broadcast publicaban la machacona (como su propio nombre indica) ‘Pendulum’. No tiene nada que ver con ‘Train’, desde luego, Broadcast siempre han estado mucho más cerca de Stereolab, pero sorprendía y abría las puertas al segundo álbum de una banda que se consolidaba así en la lista de formaciones a seguir definitivamente (este mes sacan EP junto a The Focus Group).

La precede ‘Colour Me In’ y la sucede ‘Before We Begin’, ambas baladas de corte casi navideño, pero nada empalagosas, lecciones magistrales de cómo resultar melancólico sin resultar costra. Ya solamente los tipos de sonidos tan perfectos para su sello, Warp, son casi un concepto, pero Broadcast redondean sus canciones con letras acordes. La juguetona ‘Colour Me In’ habla de huir del gris para sumergirse en el color («deja al rojo de tu corazón decidir si no puedes elegir qué color usar»); ‘Before We Begin’ es casi un trabalenguas en espiral y ‘Pendulum’ habla sobre órbitas y campos magnéticos. Esto es, campos semánticos muy poco habituales en el mundo del pop.

‘Haha Sound’ comienza con tres canciones tan espectaculares que el resto decepciona un poco. Pero sólo un poco. La segunda parte del álbum está llena de temas muy cortos, un tanto rallantes, pero contenidos en uno o dos minutos de duración. Es el caso de ‘Black Umbrellas’ o ‘Distortion’, de las que más de un fan de la psicodelia desearía versiones extendidas. El grupo está en realidad muy influido por bandas de los 60 tipo The United States of America y muchas de sus canciones parecen perfectas para escuchar en instalaciones artísticas, como el final de ‘Man Is Not A Bird’.

Lo que diferencia a Broadcast de otros grupos de Warp es que sus ambiciones experimentales nunca les nublan la vista. La suave voz de Trish Keenan es la guinda de unas melodías sobresalientes. En ‘Valerie’, inspirada en una película checa de terror de los 70, ‘Valerie and Her Week of Wonders’ (el cine es una gran influencia en sus vidas, gracias a un amigo que tiene un videoclub friqui en las proximidades de su casa y no les cobra por alquilar), queda claro que la banda no se dedica a las maquinitas sin más, mientras que ruido y delicadeza se mezclan de forma idónea en ‘Oh How I Miss You’, casi sólo una repetición de la frase titular.

James y Trish lo pasaron fatal para terminar el disco, se quedaron sin batería, no encontraban ninguno que le sustituyera y en el proceso murió de cáncer su amigo y co-fundador de Warp Rob Mitchell. En una interesante entrevista de la época, que de lo larga que es tiene que estar hecha por un fan, cuentan cómo les preocupa el sonido definitivo de sus discos, más en cuanto a la mezcla final y al trabajo del ingeniero que en cuanto a producción, ya que saben siempre desde el principio cómo quieren sonar. Ellos lo tienen claro en sus cabezas y ‘Haha Sound’ es más que nunca la culminación de su estilo, como muestra la final ‘Hawk’.

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Publicado por
Sebas E. Alonso