El caso es que según El País el tema de las salas en Madrid va para arriba. Y para demostrarlo habla de la Sala Penélope (en la calle Hilarión Eslava) y la Sala Ramdall (en la calle Ferraz), que acaban de abrir. Obviamente, se refieren al circuito de pequeño aforo, y se afirma que según fuentes anónimas en breve abrirán «otras», sin especificar mucho más. Y eso que nosotros creíamos que después de los líos del Caso Guateque, y de lo que sucedió con La Riviera y todo aquel escándalo
, no iba a haber manera.En el artículo, por otro lado, se comentan dos cosas fundamentales que frenan a Madrid como ciudad de conciertos: que los menores no pueden entrar a las salas a diferencia de lo que sucede en otras comunidades, y, la que hemos repetido aquí mil veces, que faltan salas de medio y gran aforo (entre 2.000 y 5.000 personas), que son las que verdaderamente pondrían a Madrid en el mapa de los circuitos de todas las giras.