Temporada final de ‘Lost’ (casi no contiene «spoilers»)

Anoche se estrenó en EE.UU. la sexta y última temporada de ‘Perdidos’, que constará de 18 episodios. Ayer se emitieron dos (por primera vez subiendo en audiencia con respecto a la temporada anterior, con 12 millones de espectadores) y el último día se emitirán también dos, por lo que no queda nada para que entendamos todo lo que pasa en la isla (o eso creemos): el día en que veremos ese «shocking finale» que prometen los guionistas será el 23 de mayo. Cuatro, tras la nefasta audiencia realizada por la reposición de la serie, intentará emitir el final casi a la vez. El próximo martes 9 de febrero se emitirá en España el primer episodio de esta sexta temporada, que ya se ha desvelado en qué va a consistir.


Quedan lejos las torpezas de aquellos días en que nadie sabía muy bien cuánto tiempo se extendería ‘Lost’ ni si los guionistas sabían muy bien dónde iban. La tanda infumable de «flashbacks» que presenciamos durante la segunda temporada quedó justificada en las temporadas tres y cuatro con inquietantes viajes en el tiempo y «flashforwards» y la sexta temporada empieza explicándonos, por lo menos en parte, otro de los grandes misterios más cuestionados (por su inverosimilitud), de los que conocemos casi desde el principio: el humo negro.

De momento hemos visto sólo pinceladas sobre por qué existe, quién es y qué pretende, pero esta escasa dedicación a lo que nos inquieta de verdad es un truco muy explorado por la serie, que le ha funcionado muy bien. La mayoría inmensa de cada episodio se centra en el drama humano, en distintos tiempos, de varios personajes, mientras en muy pocas palabras y escenas muy cortas se nos dan algunas claves que nos pueden ayudar a ir encajando piezas sobre el misterio de la isla. Es decir, por un lado ‘Lost’ cuenta con un elemento mágico enrevesado que ataca prácticamente todos los terrenos de las series de acción y misterio, pero el fondo encierra una historia muy, muy triste, que gusta también a los que no suelen ver este tipo de series.

Ambas vertientes se ven también satisfechas cuando atendemos a los cameos de los personajes que han ido desapareciendo. ¿Quién no quería volver a ver a algunos de ellos? El guión lo justifica como en pocas series se ha podido hacer, para regocijo de los fans de los actores, y también de los más exigentes y fríos, pues su aparición, más que justificada, pasa a ser necesaria. Esta sexta temporada cuenta con un nuevo planteamiento en lo que es sin duda el mayor hallazgo de ‘Lost’, incluso por encima del elemento mágico y religioso encabezado por Jacob (ya sabéis, Jacob El Patriarca): la manipulación del tiempo con connotaciones filosóficas. Los guionistas han sabido reinventarse y después de los saltos hacia adelante y hacia atrás, pasamos a un nuevo campo: los mundos paralelos.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: LostPerdidos