Vampire Weekend @ Teatro Circo Price

Nunca pensamos que nos alegraríamos tan poquito de ver a Chris Tomson, Ezra Koenig y el resto de Vampire Weekend, pero cuando salieron al escenario del Teatro Circe Price a las 21.15, momento en el que esperábamos a Fan Death, fue un verdadero chasco. Las chicas habían anunciado a través de su blog en MySpace que teloneaban a Vampire Weekend en la gira europea, incluyendo las fechas en Madrid y Barcelona. Sin embargo, esta mañana, cuando preguntamos a la promotora, nos decían que no habían llegado a saber nada acerca de la presencia de ningún telonero.

En cualquier caso, la gente había agotado las entradas para ver evidentemente a Vampire Weekend y la comunión fue perfecta entre grupo y público desde el segundo cero, en que arrancaron con ‘White Sky’ y ‘Holiday’, dos de las canciones contenidas en ‘Contra’. ‘Cape Cod Kwassa’, ‘M79’ y ‘One (Blake’s Got A New Face)’ se llevaron ovaciones aún mayores, en algunos casos contando con los coros solicitados del público, pero hay que reconocer que las canciones de ‘Contra’ fueron recibidas como hits también, en especial ‘Cousins’ hacia la mitad del show, que fue presentada como un tema sobre la familia («la familia es peligrosa», bromeó Ezra en castellano), pero también ‘Horchata’, como primer tema de los bises. A pesar de que las letras son un tanto crípticas y a menudo no se sabe exactamente de qué tratan, al público no le importa y las tiene bien aprendidas de pe a pa. El grupo funciona además en conjunto: el batería marca los ritmos tan personales del grupo, Ezra disfruta como un niño de dar el primer acorde de un hit para que el público lo reconozca en un segundo, mientras el bajista y el teclista/guitarrista desarrollan sus extraños pasos de baile, el primero 100% made in U.S.A., el segundo simplemente de flipao

(por cierto portando una camiseta de The xx y una correa de guitarra con la bandera del Orgullo).

El grupo no tuvo que comerse la cabeza con el repertorio e interpretó primer y segundo disco al completo con muy pocas excepciones (‘The Kids Don’t Stand A Chance’, ‘Bryn’ y ‘I Think Ur A Contra’), incorporando también la cara B que presentaron como ‘Boston’, más conocida como ‘Ladies of Cambridge’. Curiosa fue la interpretación de ‘Taxi Cab’, en plan intimista, con los cuatro miembros unidos en la primera fila del escenario, recordando a lo que hacen llenaestadios como Coldplay o U2 (¿terminarán Vampire Weekend como ellos?); destacable también por supuesto ‘A-Punk’, o la unión de ‘Campus’ y ‘Oxford Comma’ para terminar la primera parte del show.

Para el bis, tras la mencionada ‘Horchata’, se guardaron dos de sus grandes ases, redondeando un concierto que en el foso resultó animadísimo y perfecto (en las gradas laterales el sonido siempre es peor por la disposición de los altavoces): ‘Mansard Roof’ y la gran ‘Walcott’, en la que el batería aprovechó 20 segundos en los que no tenía que tocar para levantarse, recoger y ponerse unas gafas de sol gigantes de coña que había lanzado alguien. Fue la guinda a una noche en la que quien no estuviera convencido de que el africanismo indie podía ser el pop del siglo XXI, encontró varias razones para dejarse llevar definitivamente. 8.

Foto: Heinekenpro

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Publicado por
Sebas E. Alonso